viernes, 23 de enero de 2015

Otra versión de un cuento de hadas

Rapunzel
¿Alguna vez pensaron porque Rapunzel está encerrada en una torre? ¿Que dirían si esa historia no fuera un cuento de hadas, sino el día a día de una muchacha común?
Pues he de informar que Rapunzel no es una princesa, y no está encerrada en una torre, ella simplemente es el tipo de niña de la cual el destino se burló; esta no es una historia en la que ella busca a su príncipe, aquí lo único que ella anhela y desea en realidad es su libertad; Y la característica y kilométrica cabellera rubia de la que tanto se presume, no existe.
Rapunzel es una chica encerrada en un hospital combatiendo la única enfermedad en la que la magia negra entra en ti en forma de pequeñas células malignas…ella padecía Hodgkin, un tipo de cáncer en la que todos tus órganos se reducen a nada. Todas las noches cuando su doctor acababa la revisión de rutina, y sus padres le deseaban las buenas noches abandonando su habitación para que esta descansara, ella tomaba lo que ocultaba su incomprendida belleza y los ataba todos con el fin de formar una elegante cabellera que le permitiera entrar a su ficticia realidad. Hasta que una fatídica noche, su cuerpo ya no respondía a sus traviesas plegarias, dejando que su oscuro príncipe remontado en el feroz viento de la noche entrara en esa lúgubre prisión en la que sus deseos más sombríos se encontraban reprimidos, haciéndose cada vez más visible esa temida figura, esa que la había atormentado, esa que la había abatido, esa estaba ahora presente y era inevitable que esos, sus humildes ojos lo percibieran, logrando así  que esa abyecta figura penetrara  en su alma de manera que la último que sus labios alcanzaron a vocalizar, fue:
“Ya no quiero sufrir, solo aléjate de mi vida”
Y la última que sus oídos le permitieron escuchar fue:
“Pero si ni siquiera estas viva”
Fue entonces cuando ella reflexiono y se dio cuenta de que por algo la vida, vida es, y la muerte, muerte es.
Fin

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